martes, 19 de julio de 2016

              Para conocer el significado real de las diferentes clases de palabras es necesario que tengamos en cuenta el contexto en el cual se encuentran, es por ello que se debe tomar en cuenta este aspecto de gran importancia a la hora de redactar cualquier tipo de producción escrita.

            Toda palabra, como signo que es, consta de significante + significado; y no tiene valor propio, sino que lo recibe al oponerse a las demás palabras, tanto por su forma como por su significación. 

            Palabras como colgar se opone formalmente a colocar, porque ambos vocablos constan de fonemas distintos; y los dos se oponen semánticamente porque colgar se relaciona con suspender, tender, pender, ahorcar, etc., mientras que colocar se relaciona con poner, situar, disponer, instalar, acomodar, etc..  Estos dos vocablos poseen, pues valores semánticos diversos. (Lázaro-Tusón; 1987:114).

La Gramática Tradicional ha dado gran importancia a la inadecuación entre el significante y el significado porque a cada significado debería corresponder un significante diferente.  No siempre ocurre así, y, por tanto, la semántica estructural ha estudiado las diferentes relaciones (semánticas), para comprobar, por ejemplo, en una de estas relaciones, que una misma imagen acústica sirve para expresar ideas diferentes.

            Observamos la palabra sol, que posee un mismo significante, pero varios significados, pues se refiere a:

§         sol            : Un astro.
§         sol            : Una nota musical.
§         sol            : Unidad monetaria del Perú.

Clases de relaciones semánticas (significado).

            En ocasiones a un solo significante corresponde un solo significado: cenicero, bolígrafo, etc.  Esta relación unívoca entre significado y significante se llama monosemia.  Pero otras veces, un solo significante sirve para expresar significados distintos; a dicho fenómeno se le da el nombre de polisemia.  Ejemplo: operación:  "intervención quirúrgica", "acción de guerra", "suma, resta, multiplicación",  "especulación mercantil", etc.; lomo: "de un libro", "   del cerdo", "de un cuchillo".

Sinonimia:

            Un mismo significado puede tener diversos significantes.  Este fenómeno se denomina sinonimia.  Otros autores prefieren llamarlo homosemia o polinimia;  y las palabras que, con distinta forma, significan lo mismo, palabras  homosémicas o polinímicas.  Ejemplo: dudar y  vacilar;  holgazán y haragán; burro, asno y jumento.

Antonimia:
            La antonimia (antisemia) ha sido explicada tradicionalmente razonando que existe oposición entre dos vocablos como frío y caliente, vivo y muerto.  Sin embargo, existe diferencia entre estas dos relaciones, pues no se puede estar más vivo que muerto, mientras que entre frío y caliente puede haber situaciones graduales intermedias.  Por lo tanto hay tres tipos de antonimia:

* Los antónimos propiamente dichos: cuando la existencia de uno de ellos no supone la negación del otro.  Por ejemplo, entre los vocablos caliente y frío pueden establecerse por sus cualidades otros estados intermedios: templado, tibio, cálido, e incluso, los dos términos admiten gradación relativa: poco, algo, bastante, muy caliente/frío. 

* Los complementarios: establecen una oposición binaria en la que un término excluye sistemáticamente al otro, ya que entre los dos completan la totalidad: niño/niña,  hombre/mujer; no admiten gradación.

* Los recíprocos: ambos se suponen entre si al establecer entre ellos una relación inversa. Por ejemplo, lo contrario de vender es no vender, sin embargo para que alguien pueda vender necesariamente tiene que haber alguien que compre. Son recíprocos también los términos tío/sobrino, mortal/inmortal.

Homonimia:

Como nos referimos a significantes o imágenes acústicas, son homónimos los vocablos que tienen un mismo sonido aunque se escriban de modo diferente (diferentes grafemas).  Algunos lingüistas denominan a estos últimos parónimos.  En ambos casos, tienen distinta significación.

Homónimos:

§         llama                   : animal o fuego.
§         damas                : juego o mujer
§        carta                   : misiva o naipe

Homófonos:

§         rebelar y revelar
§         perjuicio y prejuicio
§         actitud y aptitud
§         absorber y absolver
§         acerbo y acervo.

La palabra y el contexto.

            En el proceso de la comunicación, es decir, cuando las personas se comunican, entre hablante y oyente se dan procesos inversos: en el hablante se cumple un proceso onomasiólogico, que consiste en la búsqueda del significante para el concepto que quiere exteriorizar; mientras que en el oyente se cumple un proceso semasiológico, que consiste en la búsqueda del significado para el significante que ha percibido.

            De lo anterior se deduce que lo que va de uno a otro es el significante, porque el concepto reside  en la experiencia de cada comunicante. 

            Veamos un ejemplo: cuando A y B hablan, y A dice libro, si B tiene la experiencia, decodifica libro; pero si no la tiene debe recurrir al diccionario.

            Por otra parte, la palabra libro podría ser emitida en una de estas expresiones: “Yo compré un libro"; “José es un libro".

            ¿Significa libro en ambos casos lo que ha encontrado B en el diccionario?  ¿Qué determina que libro pueda tener significados diferentes? Las demás palabras entre las que se encuentra libro, tanto en el ejemplo primero como en el segundo, condicionan lo que debe entender el oyente por dicha palabra.

            En el primer caso la palabra libro denota (nombra la cosa como lo que es, de una manera objetiva, directa); quiere decir que "he comprado un objeto, un libro en el que se lee o se estudia".  En el segundo caso la palabra libro connota (refiere cualidades o características que libro evoca); podría querer decir que "José sabe mucho".

            Las palabras que denotan son objetivas, directas, monosémicas, monovalentes, unívocas (todos estos términos son más o menos sinónimos); en cambio, las palabras que connotan son subjetivas, indirectas, polisémicas, polivalentes, multívocas (todos estos términos son más o menos sinónimos).